sábado, 19 de septiembre de 2009

Ni olvido ni perdón

Estamos informados. Estamos seguros.

(AW) A tres años de la desaparición de Julio López todavía reina la impunidad y la desidia en la causa por el testigo clave en el juicio contra el genocida Etchecolatz. Presentamos una lucida reflexión que nos ayudara a analizar donde nos encontramos hoy con respecto a este hecho.


Por Lucas Vadura

Estamos Hiperinformados. Nos enteramos de todo. Nada de lo que nos importa nos vamos a perder.
En simultaneo, por tv, Internet, y hasta por mensaje de texto, nos enteramos de lo mas importante: "El campeón llego a Tandil, y habla con su gente".
"La Unión Industrial Argentina dice que todo va muy mal", o "El INDEC dice que todo va muy bien".
Nada nos perdemos.
Si hasta somos expertos en leyes, como la de servicios de comunicación audiovisual: lo vimos en el 13, o el 7, y lo sabemos todo.
-¿Y Julio López?
-¿Quién?
-Julio López
-¿Es de Macri o de Cristina?
-Ninguno
-¿Entrenador de Del Potro?
-NO

Julio López está desaparecido hace 3 años.
De eso no nos enteramos, y ni siquiera lo recordamos.
De cómo De Narváez es citado a declarar, sabemos todo.
Estamos superinformados y lo sabemos todo.
Pero no sabemos que la "Justicia" se patea de un lado a otro la causa de la desaparición de López, para mantener la impunidad de las fuerzas represivas, que tan útiles son a la hora de defender los negociados del poder (privado o estatal).
No sabemos, tampoco, que el gobierno "campeón oral de los derechos humanos" no ha derogado los decretos de indulto. Ni tampoco avanza en la investigación de la desaparición de López.
Intentaron (y esto tampoco lo sabemos) decir que estaba perdido, o que se había ido de viaje, o que estaba escondido, o que pertenecía a la misma fuerza policial que lo desapareció.
El gobierno, que tantos votos y voluntades ha conseguido sumar con su discurso de derechos humanos, ha trabado no solo la investigación de la desaparición de López, sino los juicios a los represores (solo 58 genocidas fueron condenados, 3 absueltos, y la gran mayoría bajo prisión domiciliaria).
Desde la desaparición de Julio López, pasaron, primero, dos años de patear la investigación, entorpecerla, tanto desde el ejecutivo como desde la justicia.
Luego, silencio absoluto.
Además, como si no fuera esto suficiente, estamos tan, pero tan, pero tan informados de todo, todo el tiempo, que no sabemos que Luciano Arruga está desaparecido desde fines de enero de este año, también bajo las garras policiales.
En este festival de información importante, tampoco sabemos que Luciano González, en Chubut, fue desaparecido por la policía hace varios meses, y aún nadie sabe nada.
Peor: como está lejos del centro de poder, allá ni siquiera se juega a investigar.
Y esta jarana informativa, que nos tiene al segundo enterados del resultado del superclásico entre Dinamo de Kiev y Shakthar Donetsk, evita que nos enteremos que ayer, después de dos meses y medio de desaparición, se encontraron los cuerpos, asesinados, con un tiro en la nuca cada uno, de Ezequiel y Jonathan, dos chicos de Lugano que fueron desaparecidos por la policía, asesinados por ésta, y enterrados como NN, (¿algo que ver, simbólicamente hablando, con las fosas comunes?) a pesar de que se los estaba buscando.
Pero es tanta, tanta la información que diariamente recibimos por mail, por tv, por mensaje de texto, por radio, y en periódicos, que no nos enteramos que en Bernal, este fin de semana, asesinaron a un muchacho que tenía "actitud sospechosa", y que luego de fusilarlo, esposado, dentro de un patrullero, le plantaron un arma para justificar el asesinato.
Todo esto sucedió en los últimos meses. Es repetido año tras año, pero con una escalada cada vez mas violenta por parte de las "fuerzas de seguridad".
Todo esto, sucedió bajo el gobierno "campeón oral" de los derechos humanos, que habla muchísimo pero tiene el record absoluto de la violación de los mismos en democracia, llegando a elevadísimos números de presos políticos, casos de gatillo fácil, persecución, y todo tipo de violaciones de derechos humanos.
Claro... las páginas de los diarios, y las pantallas de tv, tienen lugar de sobra para la sangre.
Eso sí, solo para la sangre de aquellos hombres que hayan caído en la delincuencia, y que les permita hablar todo el tiempo de "inseguridad", justificando esta otra sangre, la que no merece ni siquiera unas pequeñas líneas de tinta, o virtuales.
Pero, por suerte, sabemos en este mismo instante, que está sucediendo, ya, ahora, que Messi renovará el contrato con Barcelona, y será el jugador mejor pago del club, con no se cuantos millones de euros al año.
Al mismo tiempo, en Lugano, mientras tanto, trasladan los cuerpos, ya sin vida, de Ezequiel y Jonathan, hijos de trabajadores pobres.
Pero esto ya no era importante, y no tenemos por que amargarnos el día.
A nosotros no nos va a pasar. Porque estamos todo el tiempo informados.

Primero se llevaron a los comunistas
pero a mi no me importó
porque yo no era comunista.
En seguida se llevaron a unos obreros
pero a mi no me importó,
porque tampoco era obrero.
Después detuvieron a los sindicalistas,
pero a mi no me importó,
porque yo no soy sindicalista.
Luego apresaron a unos curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.
Ahora están golpeando mi puerta
Vienen ha llevarme a mi,
ya es demasiado tarde".

Bertold Brecht.

No hay comentarios: